Llevábamos un buen tiempo preguntándonos que define la cualidad de sabroso de un alimento, ¿por que hay personas que aman la coliflor y el brócoli; mientras que otros no los pueden ni ver?.
Desde que salimos del vientre materno instintivamente sabemos que la leche es un alimento rico, nutritivo y seguro, con el paso del tiempo empezamos a descubrir un sin fin alimentos cargados de olores, texturas y colores que despiertan en nuestros sentidos la imaginación y gatillan recuerdos.
El gusto, independiente de si amas cocinar o sólo es una actividad más de tu día a día, es uno de nuestros sentidos más desarrollados, y esto no es porque sí, existe una poderosa razón evolutiva que lo explica.
Cuando éramos nómadas y posteriormente recolectores, no solo dependíamos de una vista aguda y un oído sensible, para cazar y recolectar; sino que necesitábamos ir un paso más adelante y ser capaz de identificar qué productos podíamos ingerir de forma segura y no sufrir una seria intoxicación o morir en el proceso. Recordemos que, en esos tiempos, conseguir un médico no estaba a la vuelta de la esquina y una infección podía ser una lenta y dolorosa forma de morir.
Hoy en día, Todos disfrutamos de la comida, porque es fácil de conseguir y rápida de consumir, vivimos en una sociedad que no se para a pensar y cuestionar, pero cuando estas comiendo, te has puesto a pensar ¿Cómo sabes que ese alimento, que comes con tanto placer es sabroso?
Si alguna vez tocaste tu lengua, recordarás que se sentía húmeda y rugosa y eso es porque nuestra lengua es una herramienta de precisión, ya que posee en sus escasos cm, más de 10.000 receptores que despiertan al detectar un alimento disuelto en la saliva, inmediatamente mandan señales a tu cerebro para que puedas discernir, en milésimas de segundo, si lo que estás degustando es dulce, salado, ácido, amargo o sabroso.
La cualidad de sabroso, es una propiedad de ciertos alimentos como las carnes rojas, los pescados, las hortalizas, los hongos, el té verde, la leche materna y algunos fermentos añejados como los quesos y lácteos en general.
Estos productos, que poseen la cualidad de sabroso presentan tres ácidos, el ácido glutámico, ácido inosínico y ácido guanílico, ácidos necesarios para el correcto funcionamiento de los procesos biológicos que nos mantienen vivos. Ninguno de los tres es sintetizado por el organismo, debiendo por ello ser incorporados en la dieta.
Ya que sabemos, que no sólo son ricos de comer y de que debemos incorporarlos en nuestra dieta, resta preguntarnos ¿cómo actúan estos ácidos para desencadenar tal sensación?
En palabras sencillas, actúan como la sal, son potenciadores naturales de sabores, pero mucho más efectivos que la sal. Por separados, los alimentos ricos en “umami”, palabra japonesa que significa sabroso, son como tratar de romper una piñata con los ojos vendados, puedes acertar como no hacerlo; pero cuando están juntos potencian sus sabores y resaltan el resto de ingredientes de la preparación de una forma armónica y con un sabor sutil que se resiste a desaparecer del paladar, que estimula las papilas gustativas a través de una exaltación de la salivación que recorre la boca y el paladar. Aquí es cuando ese dicho, ese alimento me hace agua la boca cobra sentido, porque eso es exactamente lo que el “umami” provoca en nosotros.
Para concluir este artículo, la cualidad de sabroso o del “umami” es una sensación que nos provocan ciertos alimentos, que al combinarse con otros potencian y realzan sabores, olores y texturas.
Describir al umami, en una sola palabra, es difícil y muy subjetivo, porque en cosa de gustos se rompen moldes y lo que es rico para uno, puede no serlo para otro; aún así para nosotros, vida recetas, esa palabra que se aproxima para poder describirlo es, placentero, ¿Cuál es la tuya?
Ahora que conoces qué alimentos poseen la cualidad de sabroso, te invitamos a revisar nuestro recetario y descubre, por ejemplo cómo preparar un rica lasaña tradicional, que mezcla 4 ingredientes ricos en umami.
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