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El Huevo en Adultos Mayores: Errores a Evitar para una Salud Óptima

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El Huevo en Adultos Mayores: Errores a Evitar para una Salud Óptima

El huevo ha ganado popularidad como un superalimento, destacado por su alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales esenciales que son vitales para una buena salud, especialmente en la tercera edad. Sin embargo, algunas prácticas culinarias pueden convertir este valioso alimento en un posible riesgo, propiciando desde infecciones intestinales hasta problemas de inflamación crónica y afecciones cardíacas. Para adultos mayores y quienes los cuidan, resulta fundamental tomar nota de los errores más comunes al consumir huevos y cómo corregirlos para maximizar sus beneficios nutricionales sin comprometer la salud.

Error 1: Consumir la Yema Líquida o Cruda

El gusto por disfrutar de un huevo con la yema suave y líquida puede llevar a una grave exposición a la Salmonela. Esta bacteria, que puede estar presente en la yema, puede provocar infecciones intestinales severas, con síntomas como diarrea, vómitos y dolor abdominal. En situaciones extremas, estas infecciones pueden requerir hospitalización.

Solución

Es crucial cocinar los huevos a temperaturas superiores a 75°C para que la yema esté completamente cocida y firme. Los métodos más seguros incluyen hervir los huevos durante 11 a 12 minutos o escalfarlos.

Error 2: Tirar la Yema por Miedo al Colesterol

La creencia errónea de que la yema es perjudicial por su contenido de colesterol ha llevado a muchas personas a deshacerse de la misma. Sin embargo, la investigación ha demostrado que el colesterol dietético tiene un efecto mínimo sobre los niveles de colesterol en sangre en la mayoría de los casos. Descartar la yema puede resultar en una notable pérdida de nutrientes.

Solución

Consume el huevo entero, ya que la yema es rica en vitamina D, colina y minerales esenciales como el calcio. Además, estas grasas buenas pueden contribuir a reducir el colesterol malo en un organismo inflamado.

Error 3: Freír los Huevos con Aceites Inadecuados

La elección del aceite para freír los huevos es de gran importancia. Aceites de semillas como los de girasol, maíz o canola pueden liberar partículas inflamatorias al ser calentados. Esta inflamación puede inducir la oxidación del colesterol y su adhesión a las arterias, aumentando así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Solución

Utilizar aceite de oliva virgen o de aguacate a baja temperatura es recomendable para saltear. Es importante evitar las versiones "extravirgen" para cocinar, puesto que se queman fácilmente. También es aconsejable no utilizar grasas animales como la mantequilla o la manteca de cerdo, que son ricas en grasas saturadas.

Error 4: Acompañarlo de Alimentos "Tóxicos"

Lo que acompaña al huevo en el plato puede ser incluso más perjudicial que el propio huevo. Combinaciones tradicionales como el huevo con tocino, pan blanco o jugo de naranja procesado pueden resultar en un aumento significativo del colesterol y otros problemas de salud.

Solución

Optar por acompañantes saludables puede transformar el desayuno. Se sugieren opciones como aguacate, aceite de oliva, frutos secos, pan 100% integral, avena y frutas enteras. Para las bebidas, el café, el té verde, el agua con limón y los jugos naturales sin filtrar son elecciones más saludables.

Error 5: Lavar los Huevos Antes de Guardarlos

La costumbre de lavar los huevos antes de almacenarlos es incorrecta, especialmente si provienen de granjas. La cáscara del huevo cuenta con una cubierta protectora llamada cutícula que se daña durante el lavado, permitiendo la entrada de bacterias como la Salmonela.

Solución

Si es necesario limpiar los huevos, se debe hacer justo antes de cocinarlos, asegurando que se conserven limpios y seguros para el almacenamiento.

Error 6: Creer que Todos los Huevos son Iguales

No todos los huevos poseen el mismo valor nutricional. La calidad de los mismos varía según la alimentación y el estilo de vida de la gallina. Los huevos provenientes de gallinas criadas en condiciones de confinamiento y alimentadas con maíz transgénico pueden contener hasta seis veces menos vitamina D en comparación con aquellos de gallinas criadas en libertad.

Solución

Siempre que sea posible, elegir huevos de gallinas de pastoreo o criadas en libertad es preferible. Estos huevo son más ricos en nutrientes, gracias a que las gallinas se alimentan de una dieta más natural que incluye acceso al aire libre y luz solar.

Error 7: Limitar su Consumo por Miedo

El temor al colesterol ha llevado a muchos adultos mayores a restringir inadecuadamente su consumo de huevos. No obstante, para esta población, el huevo es un alimento indispensable. Consumir de dos a tres huevos diarios es seguro y beneficioso en la mayoría de los casos, proporcionando entre 6 y 9 gramos de proteína de alta calidad, esencial para combatir la pérdida de masa muscular, fortalecer los huesos y mantener la independencia y movilidad.

Solución

Incorporar de 1 a 3 huevos diarios en la dieta puede ayudar a construir y mantener la masa muscular, promoviendo así un envejecimiento más activo y saludable.

Conociendo estos aspectos, es posible disfrutar del huevo como el aliado nutritivo que es. Incorporar este superalimento puede ser clave para una mejor calidad de vida en la tercera edad. Para más consejos sobre alimentación y salud, invita a seguir explorando en el blog.

Última actualización: hace 10 horas
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Por Redacción

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