Coloca cada pechuga de pollo entre film transparente y aplástalas hasta obtener un grosor uniforme. Sazona con sal y pimienta.
Paso 3
En tres platos bajos separados, coloca la harina en uno, bate los huevos en otro y combina las migajas de pan con el queso Parmesano rallado en el tercero.
Paso 4
Sumerge cada pechuga de pollo primero en la harina, luego en los huevos batidos y finalmente cúbrelos con la mezcla de migajas de pan, presionando suavemente para que se adhiera.
Paso 5
En una sartén grande, calienta aceite de oliva a fuego medio-alto. Fría las pechugas de pollo empanizadas durante unos 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y cocidas por dentro. Colócalas en un plato forrado con toallas de papel para eliminar el exceso de aceite.
Paso 6
En un recipiente resistente al horno aparte, extiende una fina capa de salsa marinara. Coloca las pechugas de pollo fritas encima.
Paso 7
Vierte más salsa marinara sobre cada pechuga de pollo y espolvorea queso mozzarella por encima.
Paso 8
Hornea en el horno precalentado durante unos 15-20 minutos, o hasta que el queso esté burbujeante y dorado.
Paso 9
Adorna con hojas de albahaca fresca antes de servir. ¡Disfruta de tu Pollo Parmesano casero con tu pasta favorita o como un sándwich!