Para empezar limpiamos bien nuestro costillar y lo dejamos secar. Si lo preferís podéis cortar ya las costillas y hornearlas así, pero a mí me gusta hacerlo entero y separarlas después, quedarán más jugosas. Vamos precalentando ya el horno a 200ºC mientras preparamos el resto de ingredientes.
Paso 2
Cortamos las papas no muy gruesas, las disponemos sobre la bandeja de horno y las pintamos con aceite de oliva junto con las costillas. Salpimentamos. A continuación le añadimos el vino blanco y le ponemos el tomillo a nuestro gusto. Lleva casi los mismos ingredientes que cuando hacemos una pierna de cordero al horno. La dejamos hornear unos 45 minutos, hasta veamos que está lo suficientemente dorada y crujiente. Y listo para servir. Buen provecho.